domingo, 28 de diciembre de 2008

Los opuestos se unen


Puede unirse la melancolía con la felicidad y ser una misma cosa? Es decir sentir que la felicidad más grande ha llegado a tu vida, que la viviste pero fue efímera. Sientes que tu pecho ya no puede expandirse más de la felicidad, pero al mismo tiempo no sabes como podrás continuar tu vida sin eso que experimentaste.

El resto de la vida parecería opaca en ese momento, porque bajas del estado de posesión de locura divina como lo diría Platón al piso, al mundo que en ese momento parece gris.

Entran dos preguntas después de experimentar esta sensación. La primera como es posible que como seres humanos seamos capaces de experimentar intensamente al mismo tiempo dos emociones que consideramos opuestas? Y la segunda como es posible llegar a un estado de éxtasis tan alto que hasta el mundo mismo se quede corto ante esta experiencia?

La primera pregunta me hace pensar que quizás como seres humanos solo poseemos un puñado de emociones y sensaciones comparadas a las que se podrían experimentar en algún otro estado de conciencia o estado de existencia mejor dicho.
Hemos aprendido a dividir las cosas por opuestos dándole a cada una características específicas y definitorias. Ya se ha hablado mucho de que por ejemplo la oscuridad y la luz no son opuestos sino que la oscuridad es la ausencia de luz. Sin embargo está sensación que menciono iba más allá de una ausencia de un polo o del otro en un momento dado, era más bien como si todo se uniera en uno: el dolor y la alegría extrema llegaron a ser lo mismo. Eso me pone a pensar en la idea de unidad. Todo llega a ser lo mismo, pero al ser seres limitados experimentamos las cosas de forma diferenciada.

Pero como es posible esa unión de opuestos en un mismo momento? Dolor máximo y placer máximo, llevándote a un estado de surrealismo natural que en todo caso ya no sería surrealismo, sino conocer algo que es posible, pero que simplemente lo tenemos denegado como posibilidad, por ver las cosas de un lado o del otro.

Cuantas cosas más allá de nuestra visión y de nuestro alcance existen, y nosotros como humanos vivimos confiados de que nuestra realidad concreta es la real. Incluso sabemos que existen moléculas, átomos, vida microscópica, bacterias y microbios pero simplemente obviamos esos detalles porque la cotidianidad y la rutina nos enfoca en cosas funcionales para la supervivencia diaria. Cuanto dejamos de integrar a nuestros significantes de realidad con la intención de ser más prácticos con nuestras ideas, que luego desembocan en estilos de vida funcionales para el sistema de producción y consumo. Dejando a un lado muchos componentes existentes que al ser tomados en cuenta de una forma consciente llevaría a los seres humanos a tener una percepción más real de la vida.

Ahora bien si sabemos que dentro de nuestro mismo universo físico que existe en las tres dimensiones conocidos existen seres que no vemos y fenómenos que no logramos percibir, queda como sospecha que existen más cosas y no logramos verlas. Que cantidad de emociones y formas de realidad existen sin que en este momento podamos acceder!

Esta es la razón por la que me ha sorprendido tanto la vivencia experimentada de sentir dos emociones opuestas en una. No lo lograba entender porque no encajaba dentro de mis conceptos aprendidos y suscritos. No sabía que fue eso y porque.